martes, 13 de septiembre de 2011

Odisea se fue de gira a San Isidro del General y Alajuela

El proyecto ODISEA VIAJERA patrocinado por PROARTES, permitió convertir tanto a San Isidro como Alajuela en dos estaciones de una aventura extrema que con gran ilusion emprendimos durante la segunda quincena de agosto recién pasado. Fue extrema porque estuvo llena de emoción y adrenalina y porque las condiciones de ambos teatros son totalmente diferentes, lo que nos obligó a sacar lo mejor del oficio titiritero y dotes de tramoyistas para adaptar el montaje a cada uno de los espacios conservando la calidad necesaria.

En San Isidro, Odisea se presentó en el teatro del Complejo Cultural cuya directora –Irsa González- fue de gran apoyo en la gestión de público para las 6 funciones que se ofrecieron. Este teatro, con espacio para más de 350 personas y un gran escenario, lastimosamente no cuenta con facilidades técnicas de ningún tipo. Ante esta visicitud, conformamos un equipo mixto de tramoyistas, amigos y muchas ganas que se encargó de tirar cables, conectar consolas, coser telas, montar plásticos y algunos otros “detalles” para lograr aforar el teatro debidamente. Al cabo de dos días de trabajo, logramos hacer lo que parecía imposible y las funciones fueron todo un éxito.

En Alajuela, la jornada teatral se llevó a cabo en el Teatro Juan Rafael Mora del Museo Histórico Juan Santamaría, en donde fuimos acogidos con mucho entusiasmo por Juan Madrigal -su director– y por Priscila Alfaro, coordinadora de educación y promoción cultural de ese Museo. Tiene cabida para 190 espectadores y condiciones técnicas bastante buenas, por lo que el trabajo de preparación fue mucho menos intenso. Sin embargo, el escenario es bastante más pequeño y los malabares ya no fueron para aforar y alistar los aspectos técnicos sino para que los manipuladores pudiéramos movernos durante la función sin chocar unos con otros y sin llevarnos por delante muñecos y utilería. También aquí las funciones fueron exitosas, cobijadas por el espacio vibrante de este Museo y el apoyo del técnico Arnoldo Chaves.

En fin, ambas experiencias nos enseñaron muchas cosas. Enfrentamos este espectáculo a un público sumamente variado quienes nos demostraron que el lenguaje de los títeres es universal. Logramos medir nuestra pericia y capacidad de adaptación ante la carencia de condiciones de los espacios frente a un espectáculo que demanda un mínimo de rigor técnico importante. Logramos cumplir el objetivo para lo que Odisea Viajera fue concebida: llegar con la magia del teatro a la mayor cantidad de público posible, pero sobre todo, nos quedamos con la ilusión y esperanza de que, con nuestra labor, fomentemos la idea de que el teatro no solo es un entretenimiento sino un espacio para el desarrollo del ser humano y sus mejores cualidades.

Agradecemos el apoyo de todas las personas que hicieron posible “Odisea Viajera” tanto en San Isidro como en Alajuela y a Cenecoop, quien patrocinó el hospedaje del elenco en el Hotel del Sur.