martes, 8 de junio de 2010

Crítica de teatro: EL VIAJE CONTINUA


Andrés Sáenz, La Nación 28 de mayo de 2010

Tanto adultos como niños disfrutarán por igual de Odisea, entretenido espectáculo de sombras y marionetas escenificado por el Moderno Teatro de Muñecos (MTM) con base en la epopeya homérica de ese nombre, en versión de Juan Fernando Cerdas, que él mismo dirigió.
Con el montaje, el MTM ha cumplido el propósito de revitalizar la práctica iniciada en nuestro país hace 40 años por el finado maestro titiritero argentino Luis Enrique Acuña.
La adaptación del MTM utilizó varios modelos de fabricación y distintas técnicas de manipulación de títeres para narrar las aventuras del héroe Odiseo (Ulises) durante los 10 años que duró el retorno a la isla de Ítaca, su patria, después de terminada la Guerra de Troya.
La versión escénica de Cerdas condensó casi todos los episodios del relato homérico (la mayor omisión es la isla de la maga Circe) y mantuvo la secuencia narrativa del original.
En el texto, Cerdas soslayó el estilo elevado intrínseco al género de la épica y prefirió un lenguaje sencillo, cuando no prosaico, libre de expresiones metafóricas, con uso del voseo característico del habla vernácula costarricense. Las voces grabadas de conocidos actores y actrices nacionales se encargaron de los diálogos y la narración.
Los muñecos evidenciaron una primorosa confección artesanal, con máscaras y vestuario de aspecto imaginativo y hermoso, y los titiriteros mostraron mucha habilidad en la manipulación de las figuras, la proyección en sombra de las siluetas sobre pantalla y el empleo de los demás elementos escénicos.
El diseño plástico de la decoración reprodujo la línea del dibujo de las ánforas griegas, algo que favoreció a establecer una ambientación congruente con el relato homérico.
Asimismo, el montaje mantuvo un ritmo escénico ágil y movido, al que contribuyeron en gran parte las evocaciones mediterráneas de la música original del grupo español Zoobazar (batería, laúd, violín y bajo eléctricos), interpretada en vivo para las cuatro funciones realizadas en el teatro Eugene O’Neill (TEO) el fin de semana pasado.
La noche del sábado 22 el público llenó el TEO y aplaudió con entusiasmo a los artistas titiriteros y a los músicos al final de la presentación por el Moderno Teatro de Muñecos de Odisea, espectáculo de sombras y marionetas, guion y dirección de Juan Fernando Cerdas.

http://www.nacion.com/2010-05-28/Entretenimiento/OtrasNoticias/Entretenimiento2387221.aspx

ODISEA en el Teatro 1887


Durante el mes de junio, “ODISEA”, espectáculo del Moderno Teatro de Muñecos, se estará presentando en el Teatro 1887 como parte del cierre de la temporada de estreno.

Las funciones serán los últimos 3 fines de semana de junio: viernes, sábados y domingos a las 7:30 pm. Las fechas de presentación son las siguientes: 11, 12 , 13, 18, 19 , 20, 25, 26 y 27 de junio en el CENAC, antigua Fábrica Nacional de Licores FANAL.

ODISEA propone al espectador un viaje por el mundo mágico de técnicas, formas y música para compartir el clásico griego de Homero en una versión del MODERNO TEATRO DE MUÑECOS, esta vez dirigida por Juan Fernando Cercas y musicalizada por el grupo español de música mediterránea ZOOBAZAR, quienes gracias al apoyo del fondo IBERESCENA, pudieron participar con el MTM en la coproducción del proyecto.

Este espectáculo puede ser disfrutado por igual grandes y chicos pues su ritmo ágil y variado así como su bella propuesta estética, mantienen despierta la curiosidad y el asombro.

El cierre de la temporada de estreno pretende llevar la mayor cantidad de público antes de iniciar la temporada de circulación por distintas regiones del país, la cual se llevará a cabo durante el segundo semestre el 2010.

Penélope, la que teje y desteje


El mito popular ha acuñado la idea de que Penélope, entre llanto y más llanto, teje y desteje esperando a Odiseo. Típica interpretación patriarcal que ha teñido a esta reconocida mujer con el estereotipo de la sumisión, la dependencia y el sacrificio.

Esa no es la Penélope de nuestra Odisea. Es cierto, ella teje y desteje y también llora, aunque de acuerdo con el estudioso español de los clásicos griegos, José Antonio López, hay más alusiones en la obra al llanto de Odiseo que al de su propia esposa. Lo cierto es que durante los 20 años de ausencia de Odiseo, si bien Penélope añora su regreso, asume el mando del reino de Itaca decidida a defenderlo y a no dejarse doblegar por las aspiraciones de los numerosos pretendientes que le exigían escoger un nuevo marido entre ellos.

Valiente Penélope que aprendió a hacerle frente a diversas tareas vetadas a las mujeres de aquella época: hacer inventarios y custodiar los bienes y las riquezas del reino; supervisar las granjas y los rebaños; comprar y negociar provisiones. Prudente Penélope que con su inteligencia supo ir más allá de las exigencias familiares y sociales. Astuta Penélope que tejiendo de día y destejiendo de noche logró frenar la ambición de los pretendientes y salvar el Reino de Itaca.